viernes, 24 de mayo de 2013

Tráguese ese sapo

Este es esa clase libros sencillos, pero que disponen de muy buenos consejos para aplicar en tu vida.

Parte de la idea de que en la actualidad nuestro ritmo de vida se ve demasiado acelerado. Tenemos montones de listas con tareas que realizar, hay tantas opciones y elecciones...



Una persona promedio que desarrolla el hábito de establecer claras prioridades y completar rápidamente tareas importantes superará a un genio que habla mucho y hace planes maravillosos pero consigue hacer muy poco.

Su “sapo” es su tarea mayor y más importante, la que probablemente postergue si no hace inmediatamente algo al respecto. También es precisamente la tarea que puede tener el mayor impacto en su vida en este momento.



Diversos estudios de hombres y mujeres que consiguen mejores remuneraciones y son promovidos con mayor rapidez demuestran que la cualidad de la “orientación a la acción” se destaca como la conducta más visible y coherente en todo lo que hacen. La gente exitosa y eficaz es la que se concentra directamente en sus tareas principales y luego se disciplina para trabajar resuelta y continuamente hasta que completa esas tareas.




El 95 por ciento de su éxito en la vida y en el trabajo está determinado por la clase de hábitos que desarrolla con el tiempo. El hábito de establecer prioridades, superar las indecisiones y encarar su tarea más importante es una habilidad mental y física. Como tal, este hábito se puede aprender mediante la práctica y la repetición reiteradas hasta que se aloja en su subconsciente y se convierte en rasgo permanente de su conducta. Una vez que es un hábito se convierte en automático y es fácil ponerlo en práctica.


Una de las claves para vivir una vida maravillosa, tener una carrera exitosa y sentirse magnífico consigo mismo, es desarrollar el hábito de empezar y terminar trabajos importantes.



Piense continuamente en las recompensas y beneficios de estar orientado a la acción, de moverse rápido y mantenerse focalizado. Considérese a sí mismo como la clase de persona que consigue realizar con rapidez y bien los trabajos importantes.


1. Ponga la mesa: Decida exactamente qué quiere. La claridad es esencial. Escriba sus objetivos y metas antes de empezar.
2. Planifique cada día con antelación: Piense sobre papel. Cada minuto que ocupa en planificar puede ahorrarle cinco o diez minutos en la ejecución.
3. Aplique a todo la regla del 80/20: El 20 por ciento de sus actividades vale el 80 por ciento de sus resultados. Concentre siempre sus esfuerzos en el 20 por ciento superior.
4. Estudie las consecuencias: Sus tareas y prioridades más importantes son aquellas que pueden tener más serias consecuencias, positivas o negativas, en su vida y su trabajo.Concéntrese sobre todo en ellas.
5. Practique continuamente el método ABCEDE: Antes de empezar a trabajar en una lista de tareas, concédase unos momentos para organizarlas según su valor y prioridad para que esté seguro de trabajar en sus actividades más importantes.
6. Céntrese en áreas claves de resultados: Identifique y determine los resultados necesarios para hacer bien su trabajo, y trabaje todo el día en ellos.
7. Obedezca la ley de la eficiencia obligada: Nunca hay tiempo suficiente para hacer todo, pero siempre hay tiempo bastante para hacer las cosas más importantes. ¿Cuáles son?
8. Prepárese concienzudamente antes de empezar: La adecuada preparación previa evita el rendimiento pobre.
9. Haga sus deberes: Mientras más sepa de sus tareas clave, con mayor prontitud las va a empezar y las terminará antes.
10. Refuerce sus talentos especiales: Determine con exactitud qué hace muy bien o que podría hacer muy bien y entréguese de corazón a hacer esas cosas específicas muy pero que muy bien.

11. Identifique sus obstáculos clave: Determine los atascos internos o externos que deciden la velocidad con que logra sus objetivos más importantes y concéntrese en aligerarlos.
12. Ponga un ladrillo después de otro: Puede completar los trabajos mayores y más complicados sólo si lo hace paso a paso.
13. Presiónese a sí mismo: Imagine que tiene que marcharse por un mes de la ciudad y trabaje como si tuviera que completar todas sus tareas importantes antes de marcharse.
14. Optimice sus poderes personales: Identifique sus períodos diarios de mayor energía mental y física y estructure sus tareas más importantes y exigentes para realizarlas en esos períodos.Descanse lo suficiente para poder desempeñarse del mejor modo.
15. Motívese para la acción: Sea su propio animador. Busque lo bueno en cada situación. Céntrese en la solución más que en el problema. Sea siempre optimista y constructivo.
16. Practique la postergación creativa: Como no puede hacer todo, debe aprender a postergar deliberadamente aquellas tareas de bajo valor para así disponer de tiempo suficiente para
hacer las pocas cosas que verdaderamente cuentan.
17. Haga primero la tarea más difícil: Empiece cada día por la tarea más difícil, aquella que le puede aportar más a usted y a su trabajo, y persevere en ella hasta completarla.
18. Divida la tarea: Divida las tareas grandes y complejas en segmentos y después haga una parte pequeña de la tarea.
19. Créese lapsos amplios de tiempo: Organice sus días en torno de amplios lapsos de tiempo en que se pueda concentrar en sus tareas más importantes.
20. Desarrolle un sentido de urgencia: Adquiera el hábito de avanzar rápido en sus tareas clave. Dese a conocer por ser una persona que hace las cosas bien y rápidamente.
21. Concéntrese resueltamente en lo que está haciendo: Establezca prioridades claras, empiece de inmediato por la tarea más importante y después trabaje sin interrupciones hasta que el trabajo esté completo en un 100 por ciento. Esta es la verdadera clave del alto rendimiento y de la máxima productividad personal.