sábado, 9 de agosto de 2014

Visita

Esta mañana he ido a visitar un ser querido que sufre de una grave enfermedad. Sufre de Alzheimer, a mi parecer una de las peores enfermedades que existen. Es sorprendente ver como la identidad de alguien puede diluirse con el paso del tiempo.

Al principio su rostro mostró gran expresividad. Me había reconocido.

Hemos charlado de todo un poco, intentando hacerle preguntas para poder trabajar un poco la memoria.

Es como un proceso de vejez acelerado. De por sí el cerebro ya sufre un deterioramiento cognitivo (demencia senil), esta es inevitable. El cerebro como cualquier órgano del cuerpo también va envejeciendo. Pero con el caso del Alzheimer, este proceso natural, se acentúa. Entonces puedes contemplar, impotente, como en el transcurso de un relativo y escueto número de años la persona retrocede a grandes pasos. La persona va borrando la memoria y funciones que ya tenía aprendidas.

Las personas pueden notar que van perdiendo facultades, hasta que en las fases finales, supongo que ya todo cambia.

Quizás es una enfermedad que en sus últimos estadios el dolor sólo lo llevan las familias.
Es importante mantener en el recuerdo y cuidar a estos seres queridos.

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