domingo, 6 de mayo de 2012

30º Salón del Cómic de Barcelona


Ayer sábado por la tarde me fuí con mi amigo del pueblo Xavi al 30º Salón del Cómic. Al salir de la boca del metro de plaza España, un gran número de gente disfrazada llenaba las calles y los alrededores de la Fira de Barcelona.


Parecía un auténtico plató de cine con todo de extras listos para rodar una gran producción. Lo primero fue hacer una enorme cola de gente que esperaba para comprar su entrada. Aún así a los veinte minutos ya estábamos dentro. El precio de la entrada con el Carnet Jove era de tan sólo 4 euros.


Todo un recinto de congresos lleno de tiendas, stands, tenderetes de comida (incluso de dulces japoneses), puestos de videojuegos... y con la presencia de una enorme cantidad de visitantes muchos de ellos disfrazados de toda clase de cómics, mangas, series, películas y dibujos animados. La imagen era una auténtica pasada. 


Yo disfruté muchísimo ya que pese a no ser un fanático de los cómics y de los mangas, sí que me gustan algunos títulos del cómic Europeo (Tintín, Astérix, Corto Maltés, Teniente Blueberry...) y Americano (Marvel en general). Esto viene por parte de mi padre ya que en su etapa joven fue dibujante y publicista, llegando a organizar la Semana de la Historieta de El Masnou.


Como todos los años el Salón del Cómic de Barcelona invita a uno de los grandes genios del dibujo y la historieta. Este año la estrella protagonista fue ni más ni menos que Go Nagai, el dibujante de Mazinger Zeta. Esto fue así ya que la temática de esta edición era la robótica.


Después de realizar algunas compras y de haber visto la gran mayoría de tiendas y exposiciones, me apunté a pilotar un F1. Pero esta vez en un simulador 3D. La experiencia fue de lo más emocionante ya que el asiento disponía de un mecanismo completo de movimiento y vibración.





Cuando se acercaba la hora del cierre del Salón, visitamos como último punto de interés el área de los robots. En esta zona había una exposición de robots de toda clase y también pudimos presenciar en primera persona un torneo de combates.

Fue como estar en una gran tienda de juguetes y tebeos pero con una mayor afluencia de adultos y jóvenes. ¡Ideal propuesta para repetir el año que viene!

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