"Si mañana me muriese, no querría quedarme con las ganas de no haber superado todos mis miedos, ni de no haber llegado al máximo nivel de mis capacidades y posibilidades".
¿Tú tampoco?
Y es curioso pero la idea de que vamos a vivir eternamente es el engaño más grande que podemos hacernos desde que ganamos consciencia de nosotros mismos y de nuestra existencia.
Nacemos y nos inculcan la idea de que nunca vamos a morirnos. Crecemos creyendo que la muerte es algo difuminado que está allí, a lo lejos de una vida larga y extensa, y que el momento final nunca llegará.
¡Mentira!
Es una gran mentira pensar en que vamos a ser inmortales. Todos vamos a morir algún día.
La pregunta no es cuando, sino si habrás vivido como realmente querías vivir.
Y dentro de esta pregunta entraría el pensar en tus miedos y en tus límites.
Evitamos superar nuestros miedos y nuestros límites pensando en que ya habrá tiempo para ellos.
Mañana, el año que viene o cuando termine o consiga x... Pero el momento nunca llega.
Incluso hay veces que preferimos olvidar estos miedos o estos límites a superar. Y al final el resultado es el mismo, no somos felices con nuestra vida, o seguimos pensando que nos falta algo.
Si tuvieras la idea de que hoy mismo fuera tu último día en la tierra... no pensarías: ¡Joder voy a hacerlo, no tengo gana que perder, total mañana se acaba todo!
¿Crees que toda la gente que se muere lo tenía previsto?
Recuerda que un día vas a morir, y más vale la pena que empieces ahora antes de que sea demasiado tarde.
¡Abrazar la muerte aceptándola es la mejor forma de abrazar la vida y aprovecharla!