jueves, 25 de julio de 2013

Ser sincero con uno mismo y coherente con tus metas

La sinceridad es uno de los valores con más peso en la gran mayoría de nosotros, pero estamos acostumbrados a verlo más en los demás.

También puede aplicarse a uno mismo. Me explico. Acostumbramos a tener más presente las relaciones con los otros. 

¿Pero y qué ocurre con la relación con nosotros mismos?

¿Somos sinceros con nosotros mismos?

Puede que sí, puede que no. O puede que no lo seamos en el grado en que nos gustaría.

En mi caso tras un profundo trabajo de Coaching, descubrí que había un sentimiento de falta de sinceridad (en algunos aspectos. Tras trabajar con mi "yo interior", y tras gratar profundamente a través de mis capas (como una cebolla), descubrí algunas cosas.

Por ejemplo me di cuenta que ser sincero con uno mismo es muy difícil. Cuesta porque hay negaciones, miedos y una necesidad de esfuerzo y voluntad de trabajo. 

Cuando eres sincero con uno mismo es recomendable que lo hagas de forma amorosa. Es decir, que te aceptes y que te quieras. Si estás haciendo un ejercicio de sinceridad tienes que valorarlo como algo muy importante, como un acto valiente que puede serte útil y ayudarte a crecer.

Cuando eres sincero contigo mismo entonces puedes empezar a mirar y a observar acerca de tus metas y objetivos. Ver si tus objetivos futuros son o no son coherentes contigo mismo.

¿Para qué buscas comprarte un coche nuevo?

¿Para qué buscas el encontrar una nueva pareja?

¿Para qué buscas apuntarte a ese gimnasio que está tan de moda?

Es entonces cuando somos sinceros que damos cabida a respuestas sencillas, directas, francas y abiertas. Y no hay ningún daño en aceptar tales revelaciones. Lo que importa es que no nos estemos auto-engañando.

En el momento en que lo aceptamos, podemos decidir si queremos seguir adelante o cambiar. Depende de nosotros.

Y sea cual sea la decisión que tomemos, podemos elegir ser más o menos coherentes con nosotros mismos.

Ir o no ir en la misma dirección que nuestros valores. Y esto nos puede al fin acercar más o menos al concepto de felicidad que cada uno tenga.