Este domingo he ido a comer con unos amigos de la familia en el restaurante San Salvador. Este restaurante se encuentra en la montaña de Sant Mateu y se puede llegar desde las poblaciones cercanas de Masnou y Alella, o Premià y Vilassar.
Es un restaurante de montaña ideal para recuperar fuerzas después de una agradable caminata o de un paseo con bicicleta.
El lugar es tranquilo y te sientes como en casa. La comida es típica del país, pudiendo elegir algunos platos como por ejemplo: caracoles, chuletas, xurrascos, judías, patatas al caliu, butifarres.
También disponen de productos de temporada como es el caso de los calçots.
El precio y el trato están bien. Lo que más gusta es poder hacer primero con calma un vermut en la terraza exterior, mientras te da el sol, para luego entrar a dentro del restaurante a comer.
Una vez nos hemos quedado bien llenos y satisfechos, hemos decidido ir al dolmen.
El dolmen de la Roca d'en Toni y las tumbas de Can Boquet son vestigios de la época neolítica y medieval de nuestro país.
La data de construcción del dolmen es del 2500 ac al 2100 ac.
Es increíble el pensar que ya en esos siglos el hombre ya tenía un respeto hacia la muerte con sus propias concepciones acerca de la vida en el más allá.
Las tumbas corresponden a la época medieval, aunque las personas que las construyeron aquí probablemente debieran pensar que la zona tenía un tipo de encanto o magnetismo especial.
Lo que sí que es verdad, es que des de que tengo consciencia siempre he subido a este lugar con la intención de recargarme de energía o para poder reflexionar acerca de problemas o dificultades.
Para mi sí que es un lugar mágico y especial. Quien sabe si existen o no fuerzas y energías telúricas bajo nuestros pies.
