Tras la cena nos quedamos con ganas de hacer la última copa. Así que Franky (gran guía de la ciudad), nos llevó por las callejuelas del Raval en busca de un buen bar.
Hasta que dimos con el Bar 23, un local pequeño y acogedor donde cada fin de semana hacen espectáculos de música en directo, tocando flamenco y rumba. Una bonita combinación que nos amenizó la velada.
Luego nos fuimos a tomar más copas por los bares de ambiente del Raval, y ya con ganas de volver a casa, nos lo replanteamos y cogimos un taxi hasta el Paralel.
Allí entramos de forma gratuita en la discoteca Plataforma, gracias a los contactos de Franky.
¡Una noche larga y de lo más divertida!