Después de explorar los conceptos, figuras y perfiles de los términos de "pacientes", "clientes" y "usuarios", además de sus significados, connotaciones y atribuciones, decidimos que el mejor término, o el más humano era el de acompañado/ a.
Cuando hablamos de acompañados/ as estamos creando el siguiente marco: una persona (ser humano) el cual transcurre por un sendero o camino de mejora, de aprendizaje, de sanación y de crecimiento...
De esta manera englobamos todos los procesos que dentro de REFUGI podemos ofrecer:
- La contención, el apoyo y el acompañamiento emocional.
- El proceso terapéutico en un ámbito específico.
- El proceso de crecimiento personal.
Usando este término también es una forma de situar los roles de cada uno en el lugar donde les corresponde. El de la persona que acude a REFUGI como alguien autónomo (o que puede llegar a serlo; en los casos graves), lleno de recursos, habilidades y destrezas, capaz de realizar cambios en su vida, libre...
El del terapeuta como un profesional que no está ni mucho menos por encima ni por debajo de la persona a la que acompaña (está al lado). Alguien que por su formación y sus experiencias puede facilitar una ayuda, soporte, guía... a la otra persona. Y sobretodo es capaz de querer lo que hace y a la otra persona (pasión) y es lo suficientemente humilde como para seguir él o ella aprendiendo, creciendo y sanándose.
Con esta explicación tan sencilla se plantea la relación de acompañantes y acompañados / as.
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