Quién diga que un Txiki Park es sólo para niños/ as no sabe lo que se pierde. Cuando tenía unos 18 años, una amiga de toda la vida nos sorprendió con una curiosa invitación. En ella se indicaba que su cumpleaños se iba a celebrar ni más ni menos que en el Txiki Park de Sants.
Todos nos quedamos de lo más extrañados.
¿Ibamos a celebrar la fiesta de aniversario en un Txiki Park?
Se trataría de una broma. Pero no. Pronto Annaïs nos confirmó que todo estaba correcto y que nos quería ver allí sin falta.
Unas tremendas ganas de diversión y de disfrute se apoderaron de nosotros/ as. No podíamos esperar a que llegara el día. ¡Queríamos ir ya mismo!
Fuimos pacientes, y valió la pena. Nos habían montado una fiesta de aniversario como si fuéramos niños y niñas pequeñas.
Lo primero que hicimos fue introducirnos dentro del circuito de túneles, ruedas, pasadizos... Para a continuación zambullirnos en la piscina de pelotas de plástico e iniciar una guerra sin tregua (luego todos tuvimos agujetas en los brazos).
Y luego vino el turno de las camas elásticas. Que sensación la de volver a gozar de todas aquellas atracciones y juegos que practicabas cuando tenías nueve u ocho años.
Eramos de lo más felices, se nos notaba en las amplías sonrisas que mostrábamos.
Y para rematar la noche, que sorpresa al descubrir que nos habían preparado toda una mesa con la cena. Una cena a base de pizzas, de pica-pica, bebidas, dulces...
¡Fue el mejor aniversario que nunca he celebrado y también el que más me sorprendió!
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