jueves, 14 de noviembre de 2013

El Juego Interior del Tenis de Timothy Gallwey

Muchas dificultades del tenis y de la vida tienen un origen mental. Existen dos "yo". El "yo" número 1 es el ego mental consciente (parte lógica, teórica) y el "yo" número 2 es la parte más experimental (intuitiva, práctica). El primero tiende a mandar sobre el segundo (dar órdenes, y el otro las ejecuta).


También existen dos juegos: el "Juego Exterior" en el que se intenta superar los obstáculos presentados por un oponente externo y en el que se juega para obtener algún tipo de premio externo. Y el "Juego Interior" en el que se intenta superar los obstáculos internos, mentales o emocionales, para alcanzar nuestro verdadero potencial (falta de concentración, nerviosismo, dudas, excesiva autocrítica). Casi en todas las actividades humanas implican los dos tipos de juegos.

Es importante aprender a silenciar al "yo" número 1: el máximo rendimiento requiere de una "des-aceleración mental": menos pensamiento, menos cálculo, menos juicios, menos preocupaciones, menos miedo, menos expectativa, menos intento por esforzarse, menos lamentación, menos control, menos nervios, menos distracción (más fluir, dejarse llevar).

La mente está en calman y en silencio cuando está totalmente en el "aquí y en el ahora", y en una perfecta unidad con la acción ejecutada y el ejecutor de esa acción.

La primera habilidad a aprender: "abandonar nuestra tendencia a juzgar nuestro desempeño como bueno o malo". Cuando "des-aprendemos" nuestra tendencia a emitir juicios, podremos alcanzar un tipo de juego espontáneo y concentrado. Los juicios son las reacciones personales de nuestro ego a todo lo que experimentamos. El problema estriba en que es el juicio es el que da inicio al proceso del pensamiento (nos convertimos en lo que pensamos). Si dejamos la mente libre de todo juicio y pensamiento entonces podremos ver las cosas tal y como son (ni se agrega ni se quita nada).

Cuando uno deja de juzgarse a uno mismo aparece la confianza (máximo rendimiento). Entonces el "yo" número 2 surge (permitimos a la intuición actuar, dejamos que las cosas ocurran, vivimos el momento).

La mejor forma de hacer esto es trabajando de forma práctica con imágenes, sonidos u otros sentidos (forma de aprender e integrar mejor que con instrucciones teóricas). Dejar fluir en el experimentar (practicar y practicar), sin prestar atención al exceso de instrucciones teóricas y verbales que nos bloquean.

Para cambiar los hábitos es mejor crear nuevos hábitos substitutivos (romper un hábito es muy difícil); empezar creando un inicio (un nuevo surco) y alimentarlo con la repetición (esto nos llevará al cambio automático).

La concentración es una de las claves para el éxito. Luchar contra la mente es algo que no funciona, es mejor aprender a concentrarla. A colocarla en algún sitio. Al mantener la mente en algo que está en el presente (un objeto, una idea, un mantra, la respiración...) ésta se acalla ("aquí y ahora"). Si actuamos así, despertaremos la conciencia.

La ansiedad es el miedo de lo que pueda suceder en el futuro y sólo surge cuando la mente se pone a imaginar el futuro. Cuando nuestra atención está en el "aquí y en el ahora", las acciones que deben tener lugar en el presente tienen más posibilidades de ser llevadas a cabo con éxito, y de esta forma el futuro se convertirá en el mejor presente posible. 

Cuando estamos totalmente inmersos en el momento presente, y no hay separación entre nosotros y aquello que estamos haciendo, logramos experimentar la unidad completa del ser.

El valor del ser humano no puede medirse por medio de su desempeño, o por cualquier otra medida arbitraria. El afán de triunfo eclipsa todo lo demás y podemos descuidar muchos otros potenciales humanos (aprendizaje, satisfacción, bienestar relaciones...). Lo relevante es la experiencia que puede obtenerse del esfuerzo (lo que importa es el camino; competir con uno mismo = no hay límites de superación).

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