domingo, 6 de julio de 2014

Técnicas PNL III: Motivación (Submodalidades)

Poder sin límites.

Piense en algo de su experiencia que hizo estando totalmente motivado. Relájese y fórmese una imagen mental, lo más clara posible, de aquella experiencia.

Mientras contempla usted la imagen, ¿ve una película o una instantánea? ¿Está en color o en blanco y negro? ¿Es una escena cercana o alejada? ¿A la derecha, a la izquierda o en el centro? ¿Arriba, abajo o en medio de su campo de visión? ¿Es una situación asociada o disociada? ¿La imagen está limitada por un marco, o es un paisaje si unos términos definidos? ¿Es brillante o apagada, oscura o luminosa? ¿Aparece nítida o desenfocada?

Fíjese en las submodalidades más fuertes para usted, es decir en las que destacan con más fuerza cuando piensa en ellas.

Cuando asiste a la escena, ¿oye su propia voz o las de otros protagonistas? ¿Se trata de un diálogo o de un monólogo? Los sonidos que oye, ¿son fuertes o tenues? ¿Varían las inflexiones o se caracterizan por su monotonía? ¿Son ondulantes o percutientes? ¿Se suceden a tiempo lento o rápido? ¿Van y vienen las voces o se mantienen como un comentario invariable? ¿Qué es lo más importante que usted oye o se dice a sí mismo en esa escena? ¿Dónde está localizado el sonido, de dónde procede? 

La misma escena, ¿es violenta o amable? ¿Hace calor o frío? ¿Predomina la sensación de aspereza o la de suavidad, la flexibilidad o la rigidez? ¿Toca usted sólidos o líquidos? ¿Tiene una sensación precisa, o difusa, y en qué punto de su cuerpo se localiza la misma? ¿Recuerda usted algún sabor ácido o dulce?


Ahora pensaremos en algo que nos gustaría estar fuertemente motivados, pero que en el momento presente no nos inspira ninguna afición especial ni motivación alguna para hacerla.

Formemos la imagen mental y repitamos las mismas preguntas. Pero ahora prestaremos especial atención a las diferencias entre las respuestas, en comparación con el caso de la acción fuertemente motivada.

Anotaremos cuáles son las submodalidades más potentes, las que encierran más potencialidades para modificar nuestro estado.

A continuación, tome la cosa que le motiva (experiencia 1) y la que desearía que le motivase (experiencia 2) y contémplelas simultáneamente. Imagine una pantalla de televisión, con la imagen partida y observe las dos imágenes al mismo tiempo.

Tomemos las submodalidades que nos motivan y paso a paso, reajustemos las submodalidades de la cosa que todavía no tenemos ganas de hacer (experiencia 2), de manera que se igualen con las de la cosa que nos motiva (experiencia 1).

Ej: Experiencia 1 más brillante que experiencia 2. Más nítida y cercana.

Manipule la experiencia 2 para que se vaya pareciendo más a la experiencia 1.

No hay comentarios:

Publicar un comentario