El pasado miércoles asistí a unas clases introductorias de Esgrima en el centro de entrenamiento de Barcelona, llamado SAM. Concretamente en el Club d'Esgrima Sala d'Armes Montjuïc.
Sus actividades se llevan a cabo en el Complejo Deportivo Municipal de Reina Elisenda, en el barrio de Sarriá de Barcelona.
Es mi primera vez que practico este deporte, y os tengo que decir que es una auténtica pasada.
Os voy a contar cuatro cosas para animaros a probarlo:
La Esgrima es un deporte de combate, donde los contricantes deben tocarse con una arma blanca. Tranquilos que la punta no está afilada, aunque la espada es de hierro y duele muchísimo si no llevas puestas las protecciones correspondientes (máscara, guante, peto...).
Se puede luchar con tres armas: sable, espada o florete. En mi caso fue la espada.
Los combates consisten en 5 puntos, donde cada tirador (el que empuña el arma) debe tocar a su contricante. Por cada toque se ilumina una luz del color del que ha hecho el punto. Al final de la punta de la espada hay un sensor que es el que indica el toque ("touché"). Las espadas están conectadas a los sensores.
Sus orígenes son españoles y parte de su leyenda se rememora al accidente de la príncesa de Éboli y como ésta perdió un ojo en un entrenamiento. Se oficializa como deporte en el siglo XIX, de la mano del idioma francés, en un período donde las armas de fuego toman el relevo.
Las poses y movimientos básicos son: la guardia (pose de espera para próximas acciones), marchar (avanzar), romper (retroceder). Los principales ataques son: línea y fondo.
En definitiva, una magnífica experiencia, capaz de trasladarte a la época donde el honor tenía un precio demasiado alto.
http://www.esgrimasam.org/
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