Haciendo volar cometas

Hoy domingo se ha celebrado en El Masnou una actividad para amantes de las cometas. Ha sido un día increíble, ya que el cielo se ha llenado de las más coloridas tonalidades. 

El novio de mi prima que es un auténtico artista con éstas, se ha traído dos de sus cometas. Una la naranja que es la que he llevado, con forma de parapente y otra con más coloridos, de fabricación casera.

Habían pasado quizás más de ocho años de la última vez que hice volar una cometa. No es nada complicado cuando tienes un experto a tu lado. Es cuestión de mantener las cuerdas de dirección equidistantes e inclinarlas en función de la dirección que quieres que tome ésta.

Ha sido alucinante, porque de la fuerza del viento que hacía, había momentos que la tensión era tal que me hacía tener que moverme de mi sitio de los tirones. Las de una medida superior a la que yo llevaba ya son de las que se pueden utilizar para varios deportes. Uno de estos es el kitesurf.

Para terminar, de forma ya más relajada me he puesto a los mandos de la cometa de fabricación casera. Una muy buena forma de gozar de un día de playa.