Todo salió de forma muy improvisada. Que a veces es cuando los planes salen mejor.
La tarde de ayer fue una de estas ocasiones. Haciendo un descanso del trabajo de final de carrera, mi mente necesitaba un poco de despeje. Unas dosis de adrenalina en forma de: ruedas, olor a gasolina y montaña me fueron perfectas.
Fuí con un amigo por la zona forestal que hay entre el parque de Can Bruguera y el municipio de Llavaneres. Es una zona habitual para motoristas o gente que va con los quads. Y siendo ayer un día más tranquilo tuvimos mucha suerte de tener la mayoría de los caminos para nosotros.
Después de haber dado algunas vueltas y con las pilas cargadas, ya nos tomamos la tarde de una forma mucho más relajada.
La mejor forma para olvidarse por un instante de que las vacaciones de Semana Santa están ya a punto de finalizar.
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