Feria de Abril: un poco de sur en el norte.

Aunque mi nombre, Oriol, sea catalán y yo me sienta como tal, mis raíces paternas no lo son. Mi padre es sevillano, y gran parte de mi família por su parte, aún sigue viviendo en el sur de España. Más concretamente en Málaga, Andalucía.

Es por esto, por no olvidar de donde vienen los orígenes de mi família que me gusta tanto la Feria de Abril.

Ya llevo varios años yendo a la Feria de Abril de Barcelona, que curiosamente este año por fechas se ha celebrado en Mayo. Este esdevenimiento toma lugar en el Parc del Fòrum de Barcelona, un enorme espacio, donde más de 65 casetas se asentan a lo largo de algo más de una semana. Normalmente transcurre del 29 de abril al 8 de mayo.

La Fira d'abril de Catalunya es una forma de mantener las costumbres de todos aquellos que al igual que mi família imigraron  a Cataluña con la intención de encontrar un buen lugar donde trabajar y críar a sus hijos. Ya han pasado por lo menos tres generaciones desde entonces. En la actualidad aunque muchos hablan y se sienten catalanes, esta es una forma muy divertida de mantener en tamaño reducido lo que es la gran Feria de Abril de Sevilla. 

En el recinto ferial puedes encontrar de todo: desde puestos de venta de vestidos tradicionales de sevillanas, de venta de sombreros y mantos, chucherías, atracciones, puestos ambulantes, churrerías, bares/ restaurantes/ salones de baile de sevillanas, lugares donde se vende también comida típica como son el "pescaito" frito, la cata de vinos, licores ("rebujito", orujo...), y que a la vez sirven de lugar de encuentro de agrupaciones o grupos de amigos/ familiares.

En definitiva, un lugar donde se junta todo aquello típico del sur y por supuesto de la mejor calidad. Es la mejor manera de hacer un viaje de más de 1000 kilómetros y sentirte en un lugar donde la gente quizás es más abierta y donde el arte toma formas muy diversas: baile, gastronomía, canto...

Quizás una de las mayores diferencias en comparación a la Feria de Abril de Sevilla es el tamaño y el número de visitantes. Además en Barcelona no se pueden apreciar las demostraciones ecuestres, ni tampoco está permitido la circulación de carros y calesas. 

Aunque en esta ocasión mi visita no fue tan larga como me hubiera gustado, si que estuve el tiempo suficiente como para poder divertirme y aprender de una gran cultura y tradición que es la de la tierra de Andalucía.