Lo prometido es deuda y a continuación voy a desvelar los consejos mejor guardados por aquellos grandes vividores que he conocido en varios campus universitarios.
Estos métodos los conocí alrededor de mi último año de carrera y la verdad es que sólo los empleé en dos ocasiones. Resultado: funcionaron de maravilla. Pero conozco más de diez personas a quienes también les ha ido bien (no es un gran número, lo sé, pero por algo no habías oído hablar antes sobre ellos).
Por otro lado, como profesor que he sido y soy, también me tomo las siguientes doce tácticas como una arma de doble filo. Así que universitarios, si se os cumple la ley de Murphy y os descubren (quien sabe si tu profesor de facultad tiene esta web entre sus favoritas), ya sabéis, deberéis hacer codos otras vacaciones de Navidad o de verano.
Imagínate que has suspendio una asignatura con un 4 hasta un 4,9 (personalmente no me atrevería a reclamar nada por debajo de estas notas). Crees honestamente que: te pusiste muy nervioso el día del exámen, vuestro compañero/a de trabajo os bajó la media en el proyecto final o que el día de tu exposición te quedaste demasiado tiempo en blanco... No todo está perdido.
1.- Sé el primero o el último en acudir a la reunión de revisión de notas. El primero porqué el tutor/a será generoso. Aún no ha regalado nada. El último porqué quizás tiene prisa en terminar y porqué sabé que después de ti nadie va a venir reclamando con que a X le han subido la nota... (no quieren problemas).
2.- Ve arreglado/a, guapo/a (tampoco te pases, no vas a ligar). No hay nada como la buena imagen personal para crear simpatía.
3.- Lleva todos los libros, apuntes, dosiers... y que los vea (con discreción, sin exagerar). No hay nada que más le guste a un profesor/a ,que un alumno/a esté interesado en su materia, incluso tras terminar el examen final.
4.- Haz un repaso previo del contenido de la asignatura. ¿Quién sabe si te pueden llegar a hacer preguntas sobre lo que respondiste o anotaste en tu examen/ trabajo? No es momento de decir que no te acuerdas (y más cuando sólo hace una semana que terminaste las clases).
5.- Calibra su estado de humor. No supliques ni pidas de buenas a primeras que te apruebe. La gente no regala nada porqué sí, te lo tienes que ganar. Intenta que te dé la oportunidad de hacerle un trabajo o proyecto para subir la nota.
6.- Haz un trabajo extra y llévaselo por si acaso, aunque no te lo haya pedido (pensarás que esto supone demasiada faena, pero muchos otros preferirían esto, a quedarse encerrado estudiando durante tres meses).
7.- En caso de tenerlo todo perdido, entonces sí que puedes apelar a los principios más humanos de esa persona. Llora, suplica, pero sólo como último recurso. Quizás actives su lado más emocional y sensible.
8.- Averigua si ya ha aprobado o regalado puntos a otros. Puedes tratar de presionar con esto, pero siempre con sutileza (esto no siempre funciona, cada alumno/a es un mundo con infinidad de situaciones personales).
9.- Intenta iniciar la reunión con una charla distendida, quizás compartís algo más que una clase con unos horarios prefijados. Piensa que personalizando la situación puede llegar a verte de una forma diferente a cuando estabas en sus clases. Tendemos a responder favorablemente ante aquellas personas que guardan un mayor parecido con nosotros/as (gustos, aficiones, hobbies...).
10.- Ten en cuenta cual es la diferencia que te hace falta para aprobar, y presiona en función de ésta. No es lo mismo suspender con un 4,1 que con un 4,9.
11.- Olvidate de regalos o sobornos, son demasiado descarados. Ni lo intentes, sólo harás que el profesor/a active sus defensas ante ti.
12.- Muestra mucho interés en su área de trabajo/ estudio. Dile que te estás planteando la opción de especializarte en esa area, y pidele consejos (intenta ser sincero/a). Aquí la clave reside en que te pueda llegar a ver como un futuro colaborador, más allá de como su alumno de ese año.
Con esto termino con lo que un gran amigo me reveló un verano de 2010, al que agradezco su ayuda ya que me dio la libertad que veía eclipsada por las recuperaciones. Me gustaría que sólo emplearás estas técnicas en los mínimos casos posibles, piensa que en el futuro vas a ser un/a gran profesional y las carreras se sacan estudiando.
Tu eliges como quieres pasar tus vacaciones.
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