En la época romana ir a los baños era una de las actividades más cotidianas que existían. Un acto lleno de connotaciones sociales, políticas y medicinales. Las termas romanas eran espacios de ambiente cuidado con decoraciones compuestas por maravillosos frescos, mosaicos y estatuas.
Hoy en día tenemos los spas y los balnearios, una versión moderna de lo que llegaron a ser en antaño.
Este pasado fin de semana, me ofrecieron una invitación para acceder al centro Deportivo Paradise en Mataró. Un complejo con más de 4.000 metros de instalaciones, donde aparte de sus salas de máquinas y de actividades dirigidas, destacan sus piscinas y zona de spa/ balneario.
Empecé bien temprano por la mañana con la piscina principal. Un lugar confortable tanto por la temperatura ambiente del recinto y de sus aguas, como por el espacio con poca gente, perfecto para la natación libre.
A continuación pasé a la piscina de chorros, donde empecé a relajarme después del ejercicio de la natación. En esta zona hay varios chorros con distintos tipos de potencia e intesidad (cascadas de agua incluidas). Con ellos puedes destensar cualquier parte de tu cuerpo, como por ejemplo las cervicales, o los hombros.
Más adelante subí a la planta de arriba, sitio donde se encontraban las saunas, las duchas y los jacuzzis.
El proceso de relajación siguió con la sauna de vapor. Abrí la puerta y tuve que cerrar de inmediato los ojos. Todo el vapor del agua mezclada con el aroma a eucaliptus inundaba el recinto. Un color azulado era todo lo que podía discernir.Me senté con una toalla en las manos y respiré bien hondo. Fue lo más parecido a la sensación que uno tiene después de ponerse Vick VapoRub.
El paso siguiente fue entrar en la sauna seca. Esta es la sauna clásica estándar, la que sugiere la imagen de la gente semidesnuda con una toalla envuelta en el cuerpo. Lo recomendable es estarse entre 10 a 15 minutos, nunca superando los 25 minutos. Y al salir, tomar una ducha fría a modo de refrigerante. El contraste de temperaturas hará que aumente la circulación sanguinea de todo el cuerpo.
Ya sólo me faltaba probar la ducha escocesa y la ducha bitérmica. La ducha escocesa consiste en una ducha con chorros enfocados hacia las piernas, tórax y cabeza, desde donde se proyectan chorros intermitentes de agua caliente y de agua fría. Los de agua fría dan un poco de impresión, pero se pueden resistir.
La ducha bitérmica consiste en una ducha normal y corriente con la alternancia de agua muy fría con agua muy caliente.
El baño en el jacuzzi fue fantástico para acabar de eliminar todas las tensiones de la semana. En resumen una opción más para desconectar.
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