viernes, 20 de enero de 2012

La teoría del ladrón


Hace un tiempo un hombre me contó una historia basada en sus vivencias personales que causó un gran impacto en mi vida. El relato albergaba uno de los mayores secretos para lograr hacer cumplir tu voluntad. Un método para ejercer control sobre tus pensamientos, tus emociones y tus acciones. Algo que puede parecernos imposible...

A continuación expondré el relato. Obviamente mantendré a su protagonista en el más profundo anonimato.  

"Una mañana de un comienzo de semana cualquiera, un padre y su hijo se dirigían a la calle donde tenían el coche familiar aparcado. Al llegar, el crio advirtió algo muy extraño. Las cuatro ruedas del vehículo habían quedado desprovistas de sus respectivos tapacubos. 

El padre inspeccionó las ruedas y exclamó sus más incontrolables lamentos y quejas por lo ocurrido. Pocos días más tarde el hombre llevó el coche al taller para comprar cuatro de nuevos.

No pasaron ni dos días que la situación se volvió a repetir. Alguien les había vuelto a sustraer los tapacubos de las cuatro ruedas. El padre no tuvo otro remedio que volver a hacerse con dos pares más.

Estos acontecimientos se repitieron hasta en tres ocasiones. Momento en el que padre e hijo decidieron actuar. Se quedaron los dos toda la noche vigilando en busca del ladrón, pero este no apareció. Mirarón por la zona, pero ningún automóvil tenía unos tapacubos iguales que los suyos. 

Y dos días más tarde el robo volvió a producirse. El padre y el hijo ya no sabían que hacer. No podían continuar comprando tapacubos, así que pensaron en buscar en un polígono industiral algun coche que tuviera el mismo modelo de ruedas que el de su coche. Sabían que aquello no era lo correcto, pero estaban desesperados.

Con mucho miedo en el cuerpo, los dos encontraron al fin un coche igual que el suyo. Se acercaron disimuladamente vigilando que no viniera nadie. El polígono por la noche se convertía en lugar abandonado, pero sentían un temor enorme a que alguien les descubriera. Se arrodillaron y empezaron a extraer el primer tapacubos.

De repente unas luces brillantes se encendieron en la lejanía. El corazón les dio un vuelco, se levantaron de golpe y se alejaron con las piernas temblando y el pulso agitado. Minutos más tarde regresaron, y vislumbraron como las luces que parecían las de un guarda o policía, no eran otra cosa que las de un coche que se hallaba a más de cien metros de donde estaban ellos.

Esa noche no pudieron hacerlo. Ni tampoco la siguiente, ni la otra. Hasta que en una de ellas, el hijo le dijo al padre:

- ¿Si se te hubiera caído un billete debajo de una de las ruedas de este coche, no te arrodillarías y estarías un buen rato hasta que lo recuperases? El padre respondió que sí, y entendió la reflexión de su hijo.

Al final consiguieron los cuatro tapacubos llegando a controlar el miedo, el nerviosismo y la tensión.".


La técnica consiste en pensar y repetir por dentro, como si de un mantra se tratara, lo que tu realmente quieres creer y sentir. 

Por ejemplo, si tienes que hacer un examen, pasar una entrevista o enfrentarte a un reto, ¿de qué sirve repetirte a ti mismo/ a  una y otra vez lo nervioso/ a o mal preparado/ a que estás? 

Es mucho más efectivo que te repitas mentalmente por ejemplo: "Soy capaz y me siento seguro/ a" o "todo saldrá bien y estoy tranquilo/ a". Repite tus frases mentales tantas veces como necesites. Llegará un momento en que éstas se quedarán grabadas y tu propia mente las tomará como válidas.

Para dominar esta técnica es muy importante ser consciente del aquí y del ahora. Identificar tus pensamientos y sustituirlos por aquellos que quieras instaurar. Sólo cuando creas firmemente en aquellos rasgos que quieres integrar en tu mente y en tu conducta, los demás empezarán a verte como tal.




Dedicado a A., al que sinceramente le doy todas las gracias.

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