Hacía años que no volvía a montarme a lomos de un caballo para sentir la experiencia de cabalgar por el bosque. Era algo que me apetecía hacer desde hacía bastante tiempo y esta mañana de domingo he podido volver a vivirlo.
Mi tío, que en paz descanse, era criador en Málaga de caballos árabes de pura raza. Quizás por eso siempre me han parecido criaturas de una elegancia y belleza extraordinarias.
El lugar elegido ha sido la Hípica de Vallromanes, que está situada en el parque natural de la Serralada Litoral. Ha sido una experiencia muy especial ya que hemos tenido la suerte de que la monitora ha organizado la excursión sólo para dos personas: mi prima y yo.
La Hípica cumple las funciones de escuela donde se da formación, doma, entrenamiento, exhibiciones..., y a la vez es un hotel rural.
Hemos ido por caminos de tierra y de montaña cruzando gran parte del bosque que ocupa toda la zona colindante. Ha sido muy ameno ya que estabamos solos en medio de la naturaleza. Una sensación de paz y tranquilidad, respirando aire puro, y a la vez de diversión en los momentos en que salías al trote con el caballo.
En definitiva una forma fácil y entretenida de desconectar de las rutinas de la ciudad, que te permite a la vez poder estar cerca de estos fabulosos animales.
Me lo he pasado genial, aunque sí que es verdad que si no estás acostumbrado, una vez te bajas notas como el culo te duele un poco.
Por si os animáis:
Ctra. de Granollers a el Masnou Km. 7,5
08188 Vallromanes
93 5729 010
http://www.hipicavallromanes.com/
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