En mis últimos años de estudio en la facultad de Psicología tuve como tutor en Psicología Social a un hombre que me ayudó y me orientó para llegar a lo que soy hoy en día. Es una persona de estatura media-baja, con gafas, sonrisa cálida y de una gran inteligencia.
Lo que aprendí con Rafael tanto dentro como fuera de clase no tiene precio. Y tengo que reconocer que fue quizás con él con quien llegué a conocer e integrar uno de los mejores consejos de toda mi vida. Un saber hacer o método capaz de abrirte todas las puertas y que vale su peso en oro.
Aquí te lo expongo para qué hagas un buen uso:
Rafael me contó la importancia de crear y trabajar en mantener y ampliar una extensa y sólida red de contactos, la conocidísima y tópica "networking". Hasta aquí todo claro. Luego añadió que la mayoría de las personas hace un mal uso de ésta.
Es decir, disponen de una red de contactos más o menos amplia, sólida y diversificada pero al pedir un favor lo hacen erróneamente. Suelen pedir el favor directamente a un nodo (contacto cercano o enlace).
El fallo recae en que cuando pides un favor a un amigo/ a, conocido/ a próximo y éste no puede satisfacerlo, la relación se debilita y cada vez puedes hacer menos uso de aquel contacto (desgaste).
Sino, piensa: ¿Cómo te sientes cuando alguien te pide un favor y no eres capaz de cumplirlo? (todos aquellos casos en los que lo has intentado y no has podido).
Lo que suele ocurrir es que la persona que no ha podido cumplir el favor se puede llegar a sentir en deuda, obligada a responder en el futuro..., con lo que inevitablemente la relación en general no volverá a tener el mismo grado de intensidad.
La alternativa que me propuso el profesor consistió en hacer que estos nodos te presentaran a contactos suyos que sí que eran capaces de cumplir con tus peticiones. Por ejemplo, preguntando: ¿Conoces a alguien que pueda ayudarme/ sepa de X?
De esta manera no centras el foco de responsabilidad del favor en tu contacto directo, ni tampoco desgastas la relación. Así, además abres toda una nueva red de contactos de tal forma que tu "networking" crecerá exponencialmente.
También para tu contacto directo le será mucho más fácil presentarte a alguien que pueda ayudarte, que no él/ ella misma encargarse de lo que le pides.
Lo que suele ocurrir es que la persona que no ha podido cumplir el favor se puede llegar a sentir en deuda, obligada a responder en el futuro..., con lo que inevitablemente la relación en general no volverá a tener el mismo grado de intensidad.
La alternativa que me propuso el profesor consistió en hacer que estos nodos te presentaran a contactos suyos que sí que eran capaces de cumplir con tus peticiones. Por ejemplo, preguntando: ¿Conoces a alguien que pueda ayudarme/ sepa de X?
De esta manera no centras el foco de responsabilidad del favor en tu contacto directo, ni tampoco desgastas la relación. Así, además abres toda una nueva red de contactos de tal forma que tu "networking" crecerá exponencialmente.
También para tu contacto directo le será mucho más fácil presentarte a alguien que pueda ayudarte, que no él/ ella misma encargarse de lo que le pides.
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