Existe un mundo más allá de las palabras y de lo que expresamos verbalmente. Nuestro cuerpo se convierte en una fuente inagotable de señales transmitiendo una gran cantidad de información tanto de forma voluntaria como involuntaria.
Si sabemos como descifrar sus significados podremos llegar a conocer realmente como se siente la otra persona o lo que piensa en ese instante.
A continuación te muestro una pequeña guía:
Cuando eramos pequeños solíamos taparnos la boca cuando decíamos una mentira. De adultos al mentir nos tocamos la nariz, orejas, brazo y otros... (versión refinada del adulto).
Las palmas hacia arriba es un gesto no amenazador que denota sinceridad, apertura o sumisión. Cuando alguien coloca las palmas hacia abajo adquiere inmediatamente autoridad, control o seguridad.
Las manos en posición de ojiva denotan un posición de convicción. Si están hacia arriba la actitud de la persona es positiva (suele ser más propia de cuando se habla) y si están hacia abajo puede ser negativa (suele ser más propia de cuando se escucha).
Los brazos cruzados son un signo de que la persona no se encuentra cómoda y está poco dispuesta a abrirse o a aceptar lo que su interlocutor le comunica.
Las manos en los bolsillos indican timidez, inseguridad, pocas ganas de hablar, expresarse o participar.
Cuando se sitúan las dos manos detrás de la cabeza es una forma de indicar dominancia, superioridad o una gran confianza en uno mismo.
Cruzas las piernas y dirigir las rodillas hacia una persona es un signo de aceptación y de interés.
También el hecho de girar las puntas de los pies hacia nuestro interlocutor, es una forma de aceptarlo, reconocerlo y prestar interés.
¡Espero que os sean de utilidad!
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