Ayer fue una noche única con gente de lo más excepcional e inigualable. Una velada que quedará grabada en mi memoria sosteniendo una gran sonrisa de par en par.
Celebramos el aniversario de unas amigas, con mucho buen humor y complicidad. Un grupo de amigos y amigas con ganas de pasarlo en grande y de estar bien unidos.
Empezamos por una cena en el restaurante Tenorio del Paseo de Gracia, en Barcelona, donde quedamos bien servidos y por cortesía de la casa nos invitaron a unas copas de champagne.
A las doce bien puntual, nos vino a recoger la limusina Hummer para gozar de una fiesta privada dentro del vehículo. Todos bien vestidos con nuestros mejores trajes de gala y por supuesto, las botellas de cava no pudieron faltar.
La limusina por dentro era una auténtica discoteca con ruedas. Disponía de asientos de cuero alcochados, ventanas semitransparentes, luces de neón y de leds por todas partes, además de estar provista de un sistema de reproducción músical con una gran variación de estilos.
Nos lo pasamos en grande cantando, riendo, charlando y haciendo bromas. Lástima que el techo no se podía abrir, ya que así lo exige la normativa de la ciudad. Aún así el recorrido fue de lo más completo, y llegamos hasta Montjuïc.
Desde allí nos tomamos unas fotos de grupo para inmortalizar el gran momento. Y ya al regresar, el chófer nos dejó en la propia puerta de la discoteca "Hyde Club". Lugar donde nos lo pasamos genial bailando y tomando unas copas.
Sin dudarlo una de las mejores noches y fiestas de mi vida. Será difícil subir el listón para mi aniversario.
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