miércoles, 6 de febrero de 2013

Dedícate a lo que te gusta

La gente a medida que va creciendo va descubriendo que tareas, actividades o trabajos se les dan más o menos bien. Pero al final por circunstancias de la vida, o por una falta de compromiso con sus objetivos acaba desechando tales caminos.

Esto es algo en lo que he estado reflexionando estos días. He pensado mucho acerca de la vocación de cada uno. Del propósito vital.

Y he llegado a la conclusión de que cumplir con tu vocación o propósito, es la mejor manera de ser feliz y hacer feliz a los demás.

En primer lugar es importante identificar tu vocación. Sólo ponte a reflexionar unos minutos y recuerda que era aquello que solías hacer bien y además te gustaba. Quizás eras un buen dibujante, se te daban bien los idiomas, o tenías aptitudes para el baile o la interpretación...

Da igual lo que fuera, lo importante es que cuando lo reconozcas lo compares con aquello que estás realizando en la actualidad.

Cuando uno está centrado en su vocación es muy difícil de abandonarla. Si me pregunto por qué abandoné X actividades y proseguí con otras, la respuesta es clara: me gusta lo que hago y me hace feliz. 


Sí estas contento con lo que haces, te sientes bien, y el hecho de disfrutar haciéndolo hace que te entregues al máximo, con el resultado que tus acciones puede ser de gran ayuda para la gente que rodea.

He conocido gente que se ha comprometido con su vocación, y pese a no ganar un gran sueldo todo lo contrario (algunos viven con menos dinero del que imaginaríamos), el resultado final es que se les ve felices. 

Y no hablo por hablar, me refiero a gente a la que le brillan los ojos cuando hablan de lo que hacen (cooperantes internacionales, artistas, bailarinas, actores...).

Nunca, nunca, nunca es tarde para nada. Es muy probable que estés lleno de obligaciones, responsabilidades y de compromisos, y no te incito a que las abandones. Pero siempre hay alternativas.

Me explico: una forma intermedia entre olvidarse por completo de los sueños y de abandonar la rutina consistiría en incorporar en algunos tiempos libres parte de esta vocación en tu vida diaria. Ni que sea una hora a la semana/ mes.

¡Poco a poco, puedes ir transformando esta gota en un gran mar que llené toda tu vida!

No hay comentarios:

Publicar un comentario