viernes, 1 de febrero de 2013

Fent Camí

Cuando me encontraba estudiando tercero y cuarto de la ESO en mi colegio/ instituto de El Masnou, recuerdo que existía una muy buena sintonía entre alumnos y profesores.

Tanta que un grupo de profesores junto a algunos alumnos organizamos unas colonias de crecimiento persnonal.

El centro educativo es religioso, aunque estás colonias tuvieron más un cariz humanístico (valores en general).

No recuerdo con exactitud donde fuimos, pero sí que retengo en la memoria de que se trataba de una casa en plena montaña, con unos bosques y unos paisajes naturales muy bonitos.

En ellas dormimos y comimos durante todo un fin de semana (de viernes tarde a domingo noche).

Realizamos actividades de toda clase, desde ver películas, cantar canciones mientras uno de nuestros tutores tocaba la guitarra, jugar a distintos juegos...


Pero lo que más me impresionó y me ayudó a crecer como persona fueron las diversas actividades que realizamos.

Entre algunas de las muchas que hicimos me quedo con:

- Cada uno construimos un pequeña buzón hecho de papel con nuestros nombres escritos. Entonces durante los 3 días tuvimos la oportunidad de escribir mensajes a cualquiera de nuestros compañeros/ as de colonias expresando todos aquellos pensamientos y opiniones que quisiéramos.


- De forma individual, y con una de nuestras tutoras como acompañante, te ponías delante de un espejo. Delante de este tenías que hablarle a tu yo del pasado, del presente, y del futuro. Con este ejercicio podías reflexionar sobre tu vida, tus sueños, tus puntos fuertes/ y débiles.


Fue una experiencia que siempre guardaré en mi corazón, al igual que la gente con la que compartí estos días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario