Estos días he estado reflexionando a partir del libro "La ley número 50" de Robert Greene i Curtis Jackson (50 Cent).
Las enseñanzas del libro se podrían resumir así: "nuestros miedos son un tipo de prisión que nos confina dentro de un rango limitado de acción. Cuanto menos miedo tengamos más poder tendremos y viviremos de una forma más completa."
Entonces lo tuve claro. Uno de mis máximos valores es la libertad, y lo que más me frena para su máximo desarrollo es el miedo.
Según los autores, el primer paso es reconocer cuales son tus miedos (identificarlos). El segundo: afrontarlos de cara.
En mi caso son los siguientes:
- Sostener una tarántula en la mano.
- Reencontrarme con la madre de una niña que falleció.
- Hablar sobre las vivencias positivas y negativas de la relación con mi padre.
- Reencontrarme con mi primera exnovia.
- Ver a un amor idílico que vive en el extranjero.
- Salir en televisión.
- Escribir un libro y publicarlo.
- Ver a Iago y a Robert.
- Vivir una experiencia cercana a la muerte.
- Perder la vista.
- Estar en contacto con un perro violento o peligroso.
- Viajar al Sáhara como cooperante.
- Ver a un espectro.
¡La cuestión no es tener miedo, sino ser capaz de superarlo!