Acabo de regresar de asistir a un gran espectáculo de magia. Digo grande porque ha sido enormemente sorprendente.
El show ha consistido en magia de cerca, es decir, trucos hechos a una distancia de escasos centímetros de tus narices. Y concretamente los trucos han sido hechos con cartas.
El mago Jordi Caps nos ha dejado en todo momento con la boca abierta. Además el pase era de lo más exclusivo ya que sólo eramos diez personas en la sala, por lo que he podido tomar un asiento en primera fila.
La cartomagia no era de mis ramas favoritas, pero he de reconocer que el listón ha quedado en lo más alto. He visto cosas que podrían rozar el milagro: como por ejemplo ver una "carta firmada" salir de un estuche cerrado, ver desaparecer una carta en mis propias narices o ya en los trucos finales, adivinar una palabra al azar de un libro de más de 200 páginas.
En definitiva un espectáculo de lo más recomendable para ir con la familia o con amigos.
También vale mucho la pena acceder al museo que dispone el propio local. Un recorrido por toda una galería de objetos, fotografías y carteles con mucha historia en sus espaldas.
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