Un viaje en velero toda una tarde por el
módico precio de 20 euros. ¿Se puede pedir más?
A toda prisa llegué al puerto de
Barcelona, y tras algunas peripecias para hallar el barco logré encontrarme con
Declan. Este hombre es un auténtico capitán, irlandés de nacimiento. Le encanta
Barcelona y vive en su propio barco.
Nos montamos en la nave con 2 tripulantes
más y zarpamos de inmediato.
Fue alucinante el verme en un velero, y
des de allí contemplar la playa Nova Icària. Siempre había visto la escena al
revés.
El capitán nos estuvo enseñando todo el
manejo de la nave, e incluso me dejó llevarla un buen rato.
Cuando nos alejamos de la orilla,
desplegamos una vela principal y dejamos que nos llevará el viento.
El paisaje era alucinante. Poder ver la
puesta de sol cayendo e irradiando en todos los edificios de la zona.
Nos tumbamos y tomamos un poco el sol. Nos
invitaron a copas y nos quedamos del todo relajados.
Luego el viento aminoró y ya pusimos
dirección hacia el puerto.
Lo que debía ser un paseo de pocas horas
acabo conviertiéndose en un paseo de toda una tarde.
Al regresar nos quedó un muy buen sabor de
boca, habiendo podido vivir por un día el que es ser marinero.
¡Qué emocionante experiencia en el velero y la puesta de sol en Barcelona! Un paseo marítimo tan enriquecedor merece ser compartido. Considero que la oferta de un paseo en Velero podría ser aún más atractiva si se incluyen detalles sobre la capacitación del capitán, la participación activa de los tripulantes y los momentos relajados bajo el sol. Compartir estas vivencias podría inspirar a más personas a sumarse a esta increíble aventura náutica. ¡Bravo por ofrecer una forma única de vivir el encanto marino de Barcelona!
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