Aprovechando nuestro paseo por Badalona decidimos mi pareja y yo ir a merendar a un local de la misma ciudad.
Pero nuestra merienda no consistió en algo habitual. Nos decantamos por algo diferente, algo americano y ambientado en los años 50.
Pero nuestra merienda no consistió en algo habitual. Nos decantamos por algo diferente, algo americano y ambientado en los años 50.
Nuestra elección fue la del bar/ restaurante Peggy Sue's.
Dirección: Carrer de Francesc Layret, 79, 08911 Badalona, Barcelona
Este restaurante está totalmente ambientado en la época de mayor eclosión del Rock and Roll: con sus asientos acolchados, sus letreros luminosos, sus taburetes, sus colores y estampados en las paredes.
Para mi es como estar dentro de una película de la época o viajar en el tiempo. Esto se debe a la gran influencia que el cine ha ejercido sobre nuestras mentes.
Dirección: Carrer de Francesc Layret, 79, 08911 Badalona, Barcelona
Este restaurante está totalmente ambientado en la época de mayor eclosión del Rock and Roll: con sus asientos acolchados, sus letreros luminosos, sus taburetes, sus colores y estampados en las paredes.
Para mi es como estar dentro de una película de la época o viajar en el tiempo. Esto se debe a la gran influencia que el cine ha ejercido sobre nuestras mentes.
Tras sentarnos descubrí de lo más sorprendido que la máquina que había incrustada en la pared no era un mero objeto de decoración. Todo lo contrario. Se trataba de una replica de las clásicas máquinas reproductoras de música.
La principal diferencia era que no hacía falta que abonarás ninguna moneda de 10 centavos.
Cuando nos llevaron la carta nuestras bocas empezaron a salivar. Si algo está claro es que la comida americana es de lo más sabrosa (aunque también calórica, pero un día es un día).
Nos decidimos por unas tortas con toffee (son las típicas tortitas con caramelo que vemos en los desayunos de las familias americanas), y un pastel de brownie clásico.
Para beber mi pareja eligió una limonada rosa (de lo más curiosa) y yo un refresco típico de américa (Mountain Dew).
Todo exquisito.
La principal diferencia era que no hacía falta que abonarás ninguna moneda de 10 centavos.
Cuando nos llevaron la carta nuestras bocas empezaron a salivar. Si algo está claro es que la comida americana es de lo más sabrosa (aunque también calórica, pero un día es un día).
Nos decidimos por unas tortas con toffee (son las típicas tortitas con caramelo que vemos en los desayunos de las familias americanas), y un pastel de brownie clásico.
Para beber mi pareja eligió una limonada rosa (de lo más curiosa) y yo un refresco típico de américa (Mountain Dew).
Todo exquisito.
Ahora nos queda pendiente cenar y probar una de sus fabulosas hamburguesas.
¡Un lugar de lo más recomendable!
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