Uno de los lugares donde más me gusta ir a pasear es la parte del bosque y de las viñas que conecta mi pueblo con el de Alella.
Hay ocasiones, como ha sido esta tarde, cuando he decidido adentrarme o variar un poco la ruta.
Es entonces cuando sigo los senderos que penetran en los campos de viñas, y que van subiendo hasta las colinas más cercanas.
Esta tarde he descubierto más acerca de la "Vall de Rials", y aunque es una área pequeña, dispone de su particular encanto.
La Vall de Rials alberga un magnífico paraje con vistas de Barcelona y de los demás pueblos costeros. Vas andando y a tu alrededor todo son huertos y viñas.
El bosque es disperso y la hierba es baja.
Se respira un aire de tranquilidad y de bienestar. La gente hace excursiones en bicicleta o con los perros.
Durante el trayecto por los senderos se pueden apreciar antiguas edificaciones de los pastores.
Para todos aquellos que no conozcáis la zona, deciros que el pueblo de Alella es de las mejores opciones para poder practicar el enoturismo.


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