Ya sea en Halloween, Carnaval o en otros festivos, cualquier excusa es conveniente para disfrazarse. Disfrazarse, a modo como yo lo contemplo es: una forma graciosa de introducirse en la piel, o para ser más exacto, de introducirse en las pinturas, pelucas y atuendos de quien/es queremos personificar. No importa si el modelo es ficticio o real, bello o repugnante, si vamos a pasar frío o calor, el momento de la escenificación y la diversión son inigualables.
El antifaz no hace al arlequín. Son las ganas e ilusiones puestas en aquellos propósitos los que logran el objetivo final: cosechar risas y sonrisas.
Si añadimos a todo lo anterior mencionado un personaje lo más real o caracterizado posible, el valor del conjunto se eleva por las nubes. "Los disfraces más auténticos y espléndidos cuestan un dineral". ¿Y si te contará mis pericias con materiales de estar por casa, cambiarías de convencimiento?
Aquí te presento una muestra para que extraigas algunas ideas. No tienen porque ser las mismas figuras protagonistas.
Vampiro recién mordido con sed de sangre.
Vampiro clásico: Coste del disfraz = 0 euros. Reeutilización de caja de lapices de ceras para la piel. Primero se aplica una capa blanca que hace la función de base. A continuación con el lapiz negro muy suavemente se crea una segunda capa de color grisáceo. La sombra de los ojos se remarca con una mayor condensación de negro. No es necesario comprar colmillos, estos se pueden dibujar al igual que las marcas de sangre, los labios rojizos y los agujeros de la mordedura.
Por lo que respecta a la ropa, es tan simple como llevar un pañuelo antiguo en el cuello, signo de artistocracia y antigüedad refinada, una camisa blanca que le añada un toque de clasicidad y unos pantalones oscuros a conjunto con unos zapatos del mismo tono. La capa es opcional para aquellos que dispongan de ella.
Gene Simmons o más conocido como el Demonio de Kiss.
Cantante de Kiss: Coste del disfraz = 6,50 euros. Uso del ya aludido paquete de ceras faciales. El procedimiento es el mismo, con la particularidad de los labios negros y del maquillaje kabuki (se puede emular a cualquier miembro de la banda). Como extra tuve que conseguir una peluca de 6,50 euros de pelo largo y moreno, destinada para un disfraz femenino de bruja. La ropa consistía en: una chaqueta, pantalones y botas oscuras estilo rockero. Como complementos me coloqué algunos anillos y brazaletes de cuero.
Listo para vociferar: Yabba Dabba Doo.
Pedro Picapiedra: Coste del disfraz = menos de 3 euros. Según la descripción que se hace de este personaje de animación: viste una corbata azul, bien peinado y con un traje sencillo de piel de chita, sin mangas ni pantalón. El coste proviene de la compra de una cartulina naranja a la que haremos a medida dos agujeros raídos para los brazos y otro para la cabeza. Las uniones y las adherencias se consiguen con cualquier cola de contacto o con grapas. Los triangulos marrones se recortan y pegan de otra cartulina marrón y la corbata azul esta confeccionada con papel pinocho.
Todo un mundo de creatividad e imaginación a coste totalmente asequible.



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