Puedo aparentar una actitud un poco discordante. Por un lado afirmo rotundamente estar harto de salir de noche, por el otro sólo reanimo las ansias de antaño. La explicación... No la hay. Soy inestable y vacilante como todos los demás seres humanos. Aún así sigue gustándome la idea de ensayar, descubrir y explorar. Evado la luz del día, con el designio de inhalar el oxígeno de nuevas experiencias en ambientes insólitos o reducidamente sondeados.
Otto Zutz era uno de estos recintos. Ya había estado en él, más de una, dos, tres y hasta seis veces si no recuerdo mal. Pero por cuestiones del destino o por simple jocosa voluntad propia y de unos amigos reincidimos.
Situado en el barrio barcelonés de Sant Gervasi, suele atribuirle el apodo de ser el club con más energía de toda la ciudad. En la calle Lincoln número 15 sus colas causadas por los taxis repletos de extranjeros que desembarcan, colman la pacífica vía poco circulada al despuntar el día. Sus atribuciones están justificadas, a lo largo de la semana ofrecen festejos, juergas y celebraciones.
Una vez cruzada la línea divisoria entre la expectativa y la diversión: R&B, Rap, Hip-Hop, Funk, Electrónica, Club, Garage, House, 80's, 90's... Atrévete a pedir una canción que no hayan puesto aún. Los estilos muy bien diseminados, predominan en cada una de sus respectativas estancias: 3 salas en total.
La pista de baile de mayor extensión es la que se encuentra al poner el primer pie dentro de la discoteca. Su amplitud y espaciosidad da vía libre a la máxima expresión corporal del baile. El estilo predominante es variado, aunque el Hip-Hop junto con el R&B toman protagonismo. En sus laterales hay: una sección de podiums, ideal para ser visto y una prolongada estancia Vip que cumple las misma función a modo más distendido.
Auténtica fascinación decorativa; mezcla de estilos.
Mientras accedes a la segunda planta, se haya un espacio intermedio, un purgatorio llamado Interplant Lounge. Decoración liderada por sofas de diseño con sus correspondientes mesas te incitarán a tomar descanso. La vista panorámica es su mayor aliciente.
Ejemplo de la preciada panorámica.
Una vez accedes a la planta superior, ésta se divide en dos: una pista de baile para los nostálgicos de los éxitos de los 80 y los 90 y otra para los más apasionados del House y de la Electrónica. Con una decoración propia y llamativa estas dos salas toman relevo o propia importancia a base de su distintivo atractivo musical. Quizás no tan abarrotadas como la inferior, sus seguidores son incondicionales. Todos los invitados rotan en cualquier momento de la noche, así que la opción de satisfacción general de gustos queda asegurada.
Distintivo de la estancia de la planta superior.
Una sensación de agradables recuerdos antiguos y nuevos se mezclan en el mismo cóctel: mi memoria.
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