jueves, 4 de noviembre de 2010

Praga: la ciudad de las maravillas I



Praga es una ciudad que enamora a millones de visitantes cada año. Después de haber pasado un fantástico puente de noviembre en ella me incluyo muy satisfecho en esta lista. No era la primera vez que pisaba suelo de la República Checa, pero siempre se descubre algo nuevo al volver.

Una vez allí me encontré con Hannah, la persona a la que había ido a visitar. Ella hizo de perfecta guía en mis cuatro días de estancia en la capital.

Empezamos por la parte del centro donde una gran multitud aguarda impaciente la llegada de cada una de las horas. Me estoy refiriendo al Reloj Astronómico, el cual una vez dadas las horas salen de su parte superior como una especie de marionetas que representan distintos personajes: los doce apóstoles, la muerte...




Es importante recordar a cualquier futuro visitante de Praga, que en la República Checa, a pesar de estar incluidos en el listado de paises de la Unión Europea, sólo aceptan euros en algunos lugares muy céntricos, por lo cual vigilad a la hora de hacer vuestras transacciones a coronas. Veréis que hay muchas casas de cambio, a mi la que más aceptable me pareció fue la de la Western Union.




Otro lugar interesante de visitar es la Plaza de la Ciudad Vieja, que si podéis hacerlo de noche mejor que mejor. Desde esta localización podréis contemplar a escasos metros la Iglesia de Nuestra Señora de Tyn, la Iglesia de San Nicolás y el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja.




Otro lugar con su particular encanto es el puente de Carlos, que a lo largo de su recorrido 30 estatuas cubren sus laterales. Es muy común hayar en él artistas de toda clase como: dibujantes de retratos, fabricantes de bisutería, pintores... Os recomiendo pedir un deseo en la estatua del santo San Juan Nepomuceno, a mi ya se me ha cumplido.

En los siguientes días cruzamos ya al otro lado de la ciudad y nos dirigimos hacía el Castillo de Praga, cuya construcción data del siglo IX y que fue residencia en el pasado de los reyes de Bohemia. Lo que se percibe de forma más notoria del castillo es la Catedral de San Vito una auténtica maravilla del estilo gótico.




Luego a lo largo de los múltiples callejones y calles de la ciudad podréis descubrir varias estatuas o figuras conmemorativas de Franz Kaftka.






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