Guía rápida para meditar despacio

Últimamente no encuentro el tiempo necesario para poder estar en todo. Una prueba es la dedicación a esta web y a realizar actividades de aventura, culturales... Aún así todo es por una buena causa puesto que estoy trabajando en un proyecto universitario de difusión nacional. 

Es en estos momentos de gran estrés, donde la meditación puede ser de lo más útil. Pero meditar requiere de algunas pautas y de algunas técnicas a seguir. Aquí te cuento como:

1.- Crea un ambiente tranquilo y relajante (apaga el ordenador, móvil, televisión, y utiliza tapones de cera si es necesario).Hay gente que le gusta ponerse música chill out/ relajante; lo dejo a tu elección.

2.- Siéntate en una silla o encima de una almohada (no es necesario que te pongas en ninguna posición concreta, sólo intenta que la espalda esté recta).

3.- Siéntate de forma que puedas respirar bien: las rodillas deben estar por debajo del nivel de la cintura. Sobretodo no te estires, ya que podrías dormirte.

4.- Relaja cada músculo de tu cuerpo (tómate tu tiempo, y ve notando como zona por zona se van destensando; empieza por las puntas de los pies hasta que llegues a la cabeza).

5.- Cierra los ojos, o déjalos entrecerrados (lo que tu prefieras).

6.- Elige un foco de atención para tu meditación. Uno de ellos podría ser tu respiración. Fíjate en como el aire entra en tus pulmones y sale por la nariz. No cambies tu forma habitual de respirar, sólo presta atención en como fluye el aire.

7.- Cuando te vengan pensamientos vuelve a poner tu atención en la respiración. No es cuestión de dejar la mente en blanco, simplemente es tratar de serenar la mente del bombardeo constante de pensamientos que nos llegan. 

8.- Cuando ya lleves un rato meditando, puedes empezar a generar tus propios pensamientos o mantras conscientes. Puedes pensar en palabras que te sugieran calama, relajación, bienestar, como por ejemplo: "Me siento bien conmigo mismo/a", "Estoy tranquilo/a", "Todo va bien"... Puedes repetirlas tantas veces como quieras.

9.- Una alternativa a las palabras puede ser el visualizar lugares o sitios tranquilos. Estos pueden ser reales o imaginarios. Una vez los tengas visualizados en tu mente, puedes tratar de imaginarte que estás dentro del paisaje que acabas de construir.

10.- Empieza gradualmente. Puedes iniciar tus primeras semanas meditando de 5 a 10 minutos, y a partir de aquí ir aumentando el tiempo. El límite lo pones tú.

Mi experiencia personal : llevo ya unas semanas meditando cada día, y he notado una reducción de las tensiones. Además, he ganado consciencia sobre la realidad que me rodea, cosa que me ha ayudado a replantearme muchas cosas y a buscar nuevos objetivos. Creo que es una práctica que aunque sean únicamente 5 minutos su beneficio a la larga es incalculable.