martes, 13 de septiembre de 2011

Malta I: Gozo y Comino


Ésta ha sido una de las grandes aventuras del verano. En agosto cogí un  vuelo llegando ligero de equipaje y completamente solo a Malta. Una vez allí me desplacé a la vecina isla de Gozo (en el norte), donde Mario mi hoster (anfitrión de Coachsurfing) me esperaba en su casa de un pueblo de la zona.



Gozo es la hermana pequeña de la isla de Malta. Su capital es Rabat (antigua victoria). Sólo llegar me sorprendió mucho el maltés, el idioma del país. En Malta hablan principalmente maltés (un idioma con sonidos muy parecidos al árabe), el inglés i el italiano.


La gente del país es muy religiosa (católicos) y es muy frecuente ver vírgenes dispuestas tanto en casas como en las calles. También es común encontrarte con una gran iglesia o catedral en cualquier población.


Una vez instalado en  casa de Mario, éste se dispuso a hacerme de guía por la ciudadela de Rabat (fortaleza de la Orden de San Juan; que son la orden que controlaba y regían la isla).


El clima es muy cálido, totalmente Mediterráneo. En comparación con España, quizás es un poco más caluroso (se tiene que tener en cuenta que Malta está a escasos quilómetros de África).

Siguiendo los orígenes del país, me dediqué a visitar toda clase de ruinas neolíticas, con sus megalitos y dolmenes de la Edad de Bronce. Como fue el caso de los templos de Xagrha.


Mi estancia en casa de Mario fue fenomenal. Pude comer algunos de sus platos más típicos. Se tiene que decir que la influencia en la comida proviene más de Italia que de Inglaterra. Comer pasta es de lo más común.


Algo muy bueno de pasar una estancia en Malta, son sus múltiples y variadas playas. Puedes hallarlas de todo tipo. Por ejemplo en las playas de Ramla la arena es de color naranja.


Otro atractivo cultural son las torres de vigía. Tanto Gozo como Malta están llenas de estas. Usadas antiguamente por la Orden de San Juan, servían principalmente de defensa contra piratas o invasores, y muchas de ellas contaban con cañones.

En Dwejra, en la otra punta de la isla pude contemplar la Blue Window. Allí me bañé y practiqué snorkel (las vistas submarinas son una pasada).


También me subí a una barca para poder contemplar mejor las cuevas de la zona. El coral que se ve es maravilloso.



Los siguientes días visité muchas de las poblaciones y ciudades de la zona, descubriendo iglesias de gran belleza tanto exterior como interior. Hasta que llegó el día de ir a Comino (una islita entre las dos islas), donde sus aguas crtistalinas recuerdan a las aguas del Caribe (Blue Lagoon).



El lugar está un poco masificado por todos los turistas que llegan, así que tras visitar las cuevas submarinas de Cominito (una islita aún más pequeña que Comina, y justo a escasos metros), me fuí a la Crystal Lagoon, una cala en la ladera norte de Comino, casi desconocida (sólo algunos veleros y submarinistas se bañan allí).

Por cierto, ¿estos acantilados y paisajes no os recuerdan a alguna película?
La película del Conde de Montecristo fue rodada en la isla de Comino, aprovechando la gran belleza de sus calas rocosas.


Realmente mi estancia en Gozo fue muy tranquila. Conocí a muchísima gente en autobuses y paradas.  Es lo que ocurre cuando se producen largas esperas por culpa de los poco puntuales buses de la isla (aunque luego descubrí que en la isla de Malta también esto era frecuente).

Con un ferri crucé el pequeño estrecho y me despedí del relax de Gozo para dar la bienvenida a una Malta más enérgica.



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