jueves, 8 de marzo de 2012

Fiesta de los 18 por todo lo alto


Todo el mundo recuerda de forma especial alguno de sus aniversarios. Ya sea el de los 16, el de los 18, el de los 21 o el de los 50... Lo importante está en disfrutarlo por todo lo grande, con la gente realmente importante en tu vida. Así es como decidí hacerlo yo.

Parece que fue ayer cuando me encontraba a las puertas de cumplir la mayoría de edad. Concretamente un diez de diciembre, aunque la celebración tomo lugar unos días después, siendo el día elegido un viernes por la noche.


    Aspecto que tenía a los 18 años


Para ello gasté una pequeña broma a todos mis amigos y amigas: les envié por email una invitación de la inauguración de unas nuevas carpas/ discotecas en El Masnou. Parecía todo tan real, el flyer, el mapa, la publicidad..., que al final del email tuve que explicar por si acaso la auténtica razón de la invitación.






Escribí algo parecido a esto: "Como es mi decimoctavo aniversario y tengo muchas ganas de ver reunidos a amigos/ as y conocidos/ as des de que era pequeño hasta ahora que estoy hecho un barbudo, que mejor que una gran fiesta".

Así que reuní a más de trenta personas entre compañeros/ as de colegio, instituto, amigos/ as de Barcelona, Mataró, del pueblo, primas..., en una segunda residencia familiar que tenemos, la cual dispone de un gran jardín, piscina y porche trasero.





La fiesta fue genial en todos los sentidos. Primero cenamos en el interior, donde habían dispuestas las bandejas con toda clase de comidas (no fue nada fácil dar de comer y beber a tantos invitados/ as). Al terminar de cenar, comimos pastel y brindamos con cava. También viví la emoción de abrir los regalos.

Luego en la sala principal montamos un karaoke con el juego Sing Star de la Playstation. Fue una pasada cantar tantos a la vez. En la cocina monté un barra libre con toda clase de bebidas y combinados. Incluso un amigo experto en cócteles colaboró con algunas  de sus más exquisitas creaciones.

Además, en la parte trasera de la casa instalé en una mesa larga, todo mi equipo de disjockey, con los altavoces, los reproductores de Cd y un ordenador portátil connectado a la tabla de mezclas. De esta forma la gente tuvo diversión asegurada en todas las partes de la casa. Por supuesto, semanas antes del evento, pacté con todos los vecinos para prevenirles de la celebración.

Pero lo más mágico para mí fue poder juntar a tanta gente. Gente con la que has crecido desde pequeño y gente que has conocido más recientemente, pero que también te ha marcado y te sigue marcando.

Este escrito está dedicado a todos mis amigos y amigas a los que les agradezco sinceramente que compartieran esa noche todos juntos.

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