Cuando tenía 13-14 años recuerdo haber pasado un par de
veranos y fiestas de Semana Santa con mi padre en un pueblo de la provincia de Lleida llamado "Baix Pallars". En este municipio se encuentro un lugar mágico llamado l'Estany de Montcortès.
Y digo mágico por dos razones, la primera porqué es un lugar donde hay un fuerte magnetismo (corrientes telúricas) y porqué en la época de la Inquisición se juzgaron a varias supuestas brujas.
En este lugar pasé momentos de lo más formidables, acampando en tiendas en medio del campo, montando a cavallo, bañándome en el lago, apreciando las lluvias de estrellas por la noche...
Lo sorprendente fue cuando nos invitó a descubrir uno de los pocos pueblos/ comunas hippies que quedan en Cataluña y en España. Fue una experiencia realmente muy interesante el poder descubrir como un grupo de hombres y mujeres, hartos del mundanal ruído y del acelerado ritmo de las ciudades, se habían construido su propio refugio cerca de las montañas de los Pirineos.
Fueron de lo más hospitalarios con nosotros y nos enseñaron como se habían organizado, además de su estilo de vida.
La comuna funcionaba de la siguiente manera: se repartían las tareas y obligaciones entre las distintas familias, los niños eran educados conjutantamente, y tenían agua potable y electricidad (pequeño generador).
Además también disponían de vehículos con los que podían trasladarse a cualquier población cercana en caso de emergencia (necesidad de un médico o de fármacos).
Sólo pasamos un día con ellos, pero me pareció muy enriquecedor el poder conocer una alternativa a las vidas que llevamos en la ciudad.
Buenas tardes. Estoy muy interesado en su articulo y su experiencia. Por favor, podría contactar con usted? Puedo saber donde se encuentra esa comunidad hippie? Saludos, le estoy muy agradecido.
ResponderEliminar