No hay nada mejor que empezar el día haciendo ejercicios para sentirse bien con uno mismo. Ayer fui con mi amiga Anna a una sesión de Taichi en Teià.
El Taichí aunque no lo parezca, es una arte marcial. Fue desarrollada en el Imperio de China y se considera una de las prácticas más extendidas tanto por su número de prácticantes como por las nacionalidades de estos.
Es muy común verlo practicado en parques y espacios verdes de cualquier ciudad del mundo, con sus movimientos lentos y fluidos tan característicos.
El Taichi también es una práctica física y espiritual que sirve para mejorar la salud al permitir la libre circulación de la energía corporal por los meridianos (desbloquear partes de nuestro cuerpo) y además también nos sirve como una efectiva técnica de meditación.
El Taichi está compuesto por formas o secuencias de movimientos claramente definidas que se siguen unas de otras, de modo que constituyen una secuencia fluida. Las formas se realizan predominantemente de manera grupal y sincrónica. Los nombres de las formas se inspiran en elementos de la naturaleza o en expresiones poéticas ("la grulla blanca", "la serpiente"...). Las formas se recigen en cuadros.
¡Una práctica fenomenal para poder empezar el día equilibrado y lleno de energía!
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