miércoles, 8 de mayo de 2013

Nueva Masculinidad

Desde hace unas décadas ha surgido un ideal de una nueva masculinidad.

A principios de empezar el siglo XXI, series como "Sexo en Nueva York" o "Mujeres Desesperadas" eran (y siguen siéndolo) referentes para millones de mujeres.

 En estas se apreciaban los estándares de su nueva feminidad. Mujeres autónomas, sociales, abiertas respecto al sexo y a cuestiones emocionales, con ganas de crecer a nivel personal y que tenían claro lo que querían y como lograrlo (con sus dudas y crisis, pero al fin y al cabo con unas metas y un rumbo).

Pero, y los hombres? 

Qué tenemos los hombres?

La respuesta fácil podría ser la "pornografía". 

Pero y qué pasa con todo lo demás no referente al sexo?

Es que en "Sexo en Nueva York", todo iba sobre sexo?
En el ámbito masculino surgieron novelas (con sus respectivas películas y series televisivas) como "El club de la lucha" y "El Método".

Aunque estas fueron primeros pasos hacia el ideal de unión y respaldo entre hombres, se quedaron cortas en algunos aspectos como el crecimiento personal, el trabajar las emociones, el tener claro metas y objetivos, como adaptarse a la nueva sociedad cambiante, a los nuevos roles, trabajar frustaciones, presiones...

Es aquí donde se centra la "Nueva Masculinidad", en tocar todos estos puntos que las mujeres nos llevan décadas de ventaja.

En la actualidad los hombres, estamos desorientados acerca de nuestros roles, identidades, posiciones sociales, metas.... Cuesta ubicarnos. 

Es magnífico que la mujer se haya y siga equiparándose al mismo nivel que los hombres (y así creo que debería continuar), pero se tiene que coordinar para que el resultado sea la construcción de un proyecto común. No podemos ir cada uno por su lado.

Además se debe recoger el hecho de que los hombres hoy en día quieren trabajar su emocionalidad, quieren adentrarse y tratar sus sentimientos. No somos la figura de "machos insensibles" que no lloran y que lo aguantan todo. 

Es una equiparación no sólo unidireccional (de la mujer al hombre), sino también bidireccional. El hombre quiere acercarse a la mujer, recogiendo muchos de los elementos que están más presentes en ellas.

Y obviamente quiere hacerlo en su propio espacio. Un espacio rodeado de sus iguales, como podrían ser los llamados "círculos de hombres" (un modelo adaptado de los "cículos de mujeres").


También hay cabida aquí para las mujeres, pero en un segundo estadio o fase.

Hay un trabajo muy largo y duro, pero a la vez provechoso tanto por lo que respecta a la equiparación de roles y a la reducción de la victimización que los hombres estamos teniendo.

Victimización en el sentido de que el hombre puede verse con dificultades para encontrar su nuevo rol y que puede estar recibiendo grandes presiones teniendo dificultades para adaptarse.

La idea de los grandes extremos tanto a nivel del machismo como del feminismo más feroz son elementos que dificultan esta harmonía.

En definitiva costará llegar a un punto de igualdad real (queda muchísimo para hacer en ambos lados) pero es una buena meta de trabajo para remar todos juntos.

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