martes, 7 de mayo de 2013

Vamos por partes...


 Me considero una persona con mucha ganas de aprender y descubrir nuevas áreas de conocimiento. 

Esto tiene un lado positivo y otro no tan positivo. El positivo: mi gran crecimiento consolindando unas bases generales de formación y conocimiento.

La parte no tan positiva: el hecho de que mis energías se puedan dispersar y entonces no obtenga todos los resultados que desee.

Por ejemplo inicio un gran número de proyectos que no todos acaban finalizados (o en el grado en que lo desearía). La parte positiva está en que he aprendido acerca de muchísimas áreas de la vida (cuyos conocimientos me han proporcionado muchísima información útil y de interés), pero por el otro lado muchos de estos proyectos se han quedado en la nada (con sus consecuentes repercusiones).


Tras estas reflexiones he ido configurando algunas nuevas ideas mucho más adaptativas.

Por ejemplo, el principio de que nuestra energía tiene una cierto alcance (no digo que sea limitada), pero siempre obtendremos más si focalizamos está en pocos puntos de trabajo.

Si tenemos un proyecto, a menos que este vaya muy mal (o no obtengamos los resultados en un mínimo nivel o grado deseado), entonces es mejor que nos centremos en este proyecto, esforzándonos para que prospere, en vez de dispersar nuestras energías.

Una vez hayas obtenido éxito con este proyecto y estés satisfecho, sí que será una muy buena opción iniciar un nuevo proyecto, asegurando que el otro sigue estable, o sino te interesa, entonces dejarlo libremente, quedándote eso sí, con todos los aprendizajes y todas las emociones de éxito y de satisfacción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario