jueves, 18 de julio de 2013

Como caer bien...y volver a levantarse

Una de las metáfora más recurrentes de toda la historia es la del ave fénix que renace de sus cenizas.

Pero, ¿puede uno renacer de sus propias cenizas, o se trata de una mera metáfora?

A nivel personal me he levantado muchas veces y he vuelto a las andadas. Aunque también en algunos ámbitos he abandonado.

No existe una ley, norma o tendencia genérica. Hay muchos ámbitos, momentos y elementos que influyen.

Aunque si lo tomamos como un concepto o visión en general: la fuerza de voluntad sería uno de los elementos que más pueden llegar a tener presencia en este proceso de renacer.

Las personas no queremos sufrir (teoría psicoanalítica del placer); sinó que buscamos ir hacia el placer. Huimos de lo que nos hace daño y luchamos por aquello que nos proporciona disfrute.

Cuando uno toca fondo, cuando uno descubre que ya no hay nada por lo que luchar, está en una situación de crisis extrema. Sus metas en la vida quedan reducidas, bloqueadas o eliminadas.

Pero es curioso porque el proceso es muy parecido al de la construcción de una obra. Puedes destruir, pero también construir.

¿Cómo se realiza tal acción?

Igual que como se destruyó. Fíjate, uno no pasa de 100 a 0 de la noche a la mañana. Lo más habitual es que vayan siendo situaciones, y acciones concretas que van restando placer a la vida.

Para renacer hay que hacer el ejercicio contrario. Uno tiene que ir marcándose pequeñas metas.

Objetivos fáciles y diminutos, que puedan aportar pequeñas dosis de placer. Esto permitirá frenar la caída y configurar unas bases para salir adelante.

A medida que estos pequeños objetivos vayan aumentando, la persona cada vez se verá más animada. Y entonces podrá afrontar metas y retos más grandes. El espiral se habrá invertido y ahora la dirección será ascendente.

Esto no es nada fácil al inicio. Yo recomiendo buscar ayuda y esforzarse para lograr poner un grano de arena, día a día.

Para terminar es relevante remarcar que uno debe establecer una red de soporte. 

Cuidar de las amistades, familiares y compañeros es una muy buena manera de protegerse para cuando uno pueda tener dificultades y pueda empezar un espiral descendente. También el mostrar nuestro apoyo puede salvar a los demás.