Cuando uno se pone objetivos o metas en esta vida. Y cuando lo hace está aportando valor a su existencia.
Está dotándola de significado.
Los seres humanos necesitamos poner significado a las cosas, necesitamos poner significado a nuestras vidas.
Sin ello, entonces todo pierde importancia y podemos llegar a caer en un espiral de negativismo y de fatalidad.
Por ejemplo para una persona el colocar rocas una encima de la otra puede no tener ni pies ni cabezas, pero para otra, puede tratarse del inicio de la construcción de una catedral.
Todo depende de nosotros. No hay reglas escritas acerca de nuestra misión en la tierra. Cada uno otorga el valor y pone su empeño en los proyectos que más le placen.
Lo que está claro es que estamos mucho más motivados con metas y objetivos que cuando no los disponemos.
Es por esta razón que es tan importante que te pares a pensar, a reflexionar... ¿qué es aquello que quieres lograr?
Escribe tu lista. Organízate mejor y haz un esfuerzo. Pasa a la acción.
A mi me da impulso, brío y energía el plantearme nuevos proyectos. Es como una subida de adrenalina.
Pero también tiene su lado negativo, que es el de no terminar siempre lo que uno empieza y vivir de estás emocionantes subidas.
Una solución es desmenuzar los objetivos, para que cada nueva etapa tenga un nuevo despertar de emociones.
¡Ánimos!
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