miércoles, 16 de octubre de 2013

Primera usuaria

Cuando les conté a los otros integrantes de REFUGI que ya había tenido la primera sesión con la primera usuaria, la alegría fue mayor y compartida.

El "avión de papel" que era REFUGI había inciado el vuelo. 

Dicen que todo edificio, sea grande o pequeño empieza por una primera piedra. Pues esta era la primera.

Un hito que marcaría que los engranajes de REFUGI empezarán a moverse y ya entráramos en una dinámica de trabajo y de acciones.

Mi sensación fue de grandísima satisfacción. El saber de primera mano, a través de la propia vivencia con la persona, de que estabas haciéndole un gran bien. El ver su sonrisa, su forma de mirarte, el abrazarte, sostener tu mano, su voz....

De saber que alguien que necesita atención psicológica como el agua que se bebe, por fin ha encontrado a alguien para poder atenderla.

Lo que uno puede sentir en tales circunstancias es difícil de expresar en palabras. 

Lo que tenía más que claro cuando terminó nuestro primer encuentro era que estaba haciendo lo correcto.

Todo resonaba de lo más positivo en mi interior. Una verdad que se siente, y que me decía "sigue adelante".

Esto era lo que debía y quería hacer. Y entonces pensé: "esto que estoy haciendo puede trasladarse a muchas más personas".

Como individuo mi campo de acción es limitado (soy un ser humano con dos manos y un cerebro), pero si se encadena y se une con el de otros puede ser imparable.

Hoy es un día en los que me reafirmo con la idea de que "hice bien en formarme como psicólogo".


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