Hace poco di el paso para cerrar una antigua herida. Cuando celebraba mi 21º aniversario tuve una fuerte discusión con unos chicos que formaban parte de mi antiguo grupo de amigos.
Todo se estropeó y des de ese momento inicié un proceso de fuertes cambios personales (que mirando la parte positiva me han permitido crecer como ser humanos).
Después de pasar los años, quise superar los resentimientos y el odio que llevaba dentro para poder estar tranquilo. A veces es necesario perdonar a los demás, no tanto por ellos mismos, sino por estar en paz con uno mismo.
Igualmente, en mi caso, yo ya había recibido las disculpas por su parte aunque mis rencores me había impedido aceptarlas.
Al fin he podido cerrar este capítulo poniéndome en contacto vía mensajes (ya que la persona se haya en el extranjero). Aunque hubiera preferido cara a cara o telefónicamente, lo que cuenta es la intención y los mensajes transmitidos por ambas partes.
Lo que me llevo como experiencia vital son principalmente dos aprendizajes:
- El primero es el de perdonar tal y como ya he explicado. La vida es demasiado corta como para arrastrar tantos años una mochila de odio, dolor y resentimiento. Es importante estar en paz con uno mismo, y luchar por estar bien (salud mental).
- No hagas daño a los demás, si puedes evitarlo no lo provoques. Si ha sido sin querer no te demores en rectificar. Tampoco dejes que te hagan daño, respétate a ti mismo. Debes quererte y tener claros tus límites personales. Los amigos / as son personas que te quieren, lo demás son otras cosas. Los amigos / as son personas como tu, también cometen errores (sé comprensivo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario