miércoles, 26 de febrero de 2014

Acepta, comprende y abraza

Después de leer mucho acerca de distintas corrientes psicológicas, en la humanista he podido extraer una concepción que me gusta mucho.

Hay ciertos autores humanistas que abogan por estos pasos como forma de estar bien (aceptar, comprender y abrazar).

El primer paso es aceptar.

Aceptar la realidad, lo que está ocurriendo es básico para poder iniciar un camino de sanación o de mejora y crecimiento.

Es el "típicamente conocido", afirmar que tienes un problema. Aunque obviamente no tiene porqué ser un problema, claro está.

Cuando uno es realista es cuando puede acercarse de una forma más objetiva a la realidad. También es cierto que muchas veces no somos capaces de aceptar lo sucedido y necesitamos ayuda para primero poder ver y luego aceptar.

Una vez hemos aceptado "x", tal y como es o como ha ocurrido (sin negar, distorsionar, etc...), podemos pasar a comprender.

Es muy difícil comprender algo que no aceptamos, que no vemos.

Comprender también resulta difícil ya que el saber es un gran riesgo. Hay muchas veces que nos da miedo, y es por esto que has de ser muy valiente. Buscar apoyos es vital.

Cuando estamos comprendiendo, estamos aprendiendo. Aprender es fundamental para poder crecer. Es un enriquecimiento de nuestra propia persona. Nos hace ser mejores que nuestro yo anterior y además nos prepara para futuras situaciones.

La comprensión amplia las miras, permite poder empezar a asentar unas bases de crecimiento. Es el primer vendaje, aunque no cura por si sólo.

El tercer paso es abrazar. Yo diría que es de lo más difícil, tanto o incluso como el primero. Cuando uno abraza, lo hace con amor, con perdón, con esperanza, con una serie de sentimientos positivos.

Este es el mayor rasgo o signo de superación, de haber podido cerrar la herida. Claramente el abrazo no es un abrazo a una persona, es una forma de relacionarse con el tema, suceso, una forma de vivirlo (abrazo metafórico).

Voy a poner un ejemplo:

Una pareja decide terminar su relación.

1.- Aceptar: la relación se ha terminado. Si niegas, bloqueas o distorsionas la realidad difícilmente podrás avanzar, y tardarás mucho más en sanarte. Aceptar que ya no estás en una relación con esa pareja es complicado, pero es necesario para tu salud. Los sentimientos, pensamientos y conductas han cambiado. No es idéntico al pasado.

2.- Comprender: tratas de aprender que es lo que ha ocurrido. El famoso "por qué". Este te da luz, te enseñará cosas de ti y cosas de la otra persona. Por ejemplo que te cuesta confiar en ti misma, o que la otra persona no estaba buscando lo mismo que tu, y que prefieres estar con alguien con una misma visión...

3. Abrazar: eres capaz de perdonar a la otra persona o de perdonárte a ti mismo/ a, y puedes llegar a dar las gracias por lo bueno que has obtenido. Puedes hablar del tema con menos sufrimiento. Siempre queda huella de lo que nos ha hecho daño, pero esta huella puede reducirse o también ser una fuente de elementos positivos, no sólo de negativos.

***Añadir que este proceso es largo, y que como todo difiere mucho en cada persona/ situación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario